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También compara Jesús el Reino de Dios al fermento que poco a poco hace fermentar toda la masa. «Es semejante el Reino de los cielos al fermento, que una mujer toma y lo pone en tres medidas de harina hasta que todo fermenta» (Mt 13, 33). 5.-Un Tesoro escondido El Reíno de los cielos es una realidad misteriosa, cuya naturaleza Jesús dio a conocer en parábolas o comparaciones. El conocimiento claro de esta realidad sólo se conseguirá cuando veamos a Dios tal cual es, en el cielo. Así lo escribe San Pablo a los Corintios: <<Al presente nuestro conocimiento es imperfecto, y lo mismo la profecía; cuando llegue el fin desaparecerá eso que es imperfecto ... Ahora vemos por un espejo y oscuramente; entonces veremos cara a cara» (1 Co 13, 9-12). Jesús compara su Reino a un tesoro escondido, por cuya conquista merece desprenderse de todas las demás cosas . «Es semejante el Reino de los cielos a un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra lo oculta y, lleno de alegría, va, vende cuanto tiene y compra aquel campo. Es también semejante el Reino de los cielos a un mercader que busca preciosas perlas y hallando una de gran precio , va , vende todo cuanto tiene y la compra» (Mt 13, 45-46) . 6.-La savia del Reino de Dios La savia es en la planta como la sangre en el organismo animal. Por ella crece y se desarrolla el cuerpo. La savia que alimenta el Reino de Dios y le hace crecer entre los hombres es la palabra de Jesús, que sigue resonando en la Iglesia y que se hace particularmente eficaz en los sacramentos. En el sacramento, la Iglesia realiza una acción simbó lica que, completada con la palabra de Jesús, obra la santificación de los hom– bres que lo aceptan . 44 «Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida» (Jn 6, 63) .