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-Eso sí que no -objetó una mariposa de irisados colores-. Goces y alegrías, ¡eso es la vida! -No tienes razón -le contestó una abeja diligente-. La vida es trabajo. -Es verdad -suspiró una hormiga-; más trabajo que alegría. Desde las alturas se oyó la voz del águila: -La vida es libertad y poder subir a las alturas azules . Entonces terciaron en la discusión las plantas. El esbelto pino dio la razón al águila. La siempreviva fue del parecer de la hormiga. La rosa y el liri o op ina ron como la mariposa. También la nube hizo descender su voz: -¡ La vida es amargura, llanto y lágrimas! Los ríos gritaron sin pararse: - La vida es un continuo crecer, un simple pasar. Cuando la discusión llegaba a su apogeo, comenzó a sonar la campana de Pentecostés y la campana dijo a la selva: -La vida verdadera es paz y gozo, y fuerza, y alegría, y valor, y fidelidad y pureza, que brotan en el hombre en virtud del Espíritu Santo. APLICACION A LA VIDA Una reflexión: Aunque no lo perciba claramente, el amor de Dios me transforma el alma, me llena de la luz del Espíritu Santo. Un propósito: No arrojaré nunca de mí esa luz, evitando todo pecado. 39