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7 .-La Iglesia, reunión de la humanidad entera El Padre atrae a los hombres hacia Cristo por la Iglesia. Por ser la Iglesia una sociedad visible, que recibe de Dios la fuerza de salvar a toda la humanidad, todos los hombres y cosas están orde– nados a ella. Enseña San Pablo, escribiendo a los Colosenses: «que en Cristo, que es Cabeza de la Iglesia, fueron creadas todas las cosas del cielo y de la tierra ... Y todo subsiste en El» (Col 1, 16-18). Es, pues, en la Iglesia, Cuerpo de Cristo, donde la creación recibe el aliento de unidad que le comunica el Espíritu de Dios. DIALOGO Y REPASO 1) ¿Para qué se congregan los cristianos en la sociedad de la Iglesia? 2) ¿Qué significa que la Iglesia es sacramento de Cristo? 3) Todos los que se salvan, ¿se salvan por la Iglesia? LECTURA La Iglesia, familia de Dios Para enriquecer la idea que los fieles hemos de tener de la Iglesia numerosos obispos propusieron en el Concilio Vaticano 11 una ima– gen, de inspiración bíblica, utilizada por los Padres y la Liturgia de la Iglesia, «más clara y más senc illa», a su ju icio, que la metáfora clásica de «Cuerpo místico»: la noción de Iglesia, famílía de Dios. (Se contaban entre ellos ocho obispos españoles.) Un grupo de obispos vietnamitas reconoc ió en ella una expresión particularmente adaptada al carácter y a la sensibilidad familiar del Extremo Oriente. Esta idea de una Iglesia, familia de Dios, está presente a todo lo largo del Nuevo Testamento y en el decurso de la tradición cristi ana . Semejante figura es cierto que no posee el poder de síntesis de la fórmula paulina sobre el Cuerpo místico; pero se trata de una realidad presente en todas part es y tan evidente en sí misma, que todos la comprenden con facilidad. En su predicación sobre el Reino, el Salvador propuso a menudo esta imagen: «El Reino de los cielos es semejante a un padre de fa- 29