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La fe nos congrega también visiblemente . 3.-La salvación en unión con los hermanos Los hombres tenemos que forr-:ar sociedad pa ra apoyarnos en la vida y progreso terrenos . Tambi én para caminar a la salvación hemos de reunirnos en socie– dad. Cuando recib imos el bautismo entramos a ser miembros del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Todos tenemos ei mismo Padre celestial que Jesucristo; y es en la fraterni dad con el mismo Señor como tenemos que vivir para crecer espiritua lmente y ser dignos de El. Dios ha manifestado su designio salvador haciendo un pacto con los hombres; pero no con cada hombre particular, sino con la colec– tividad, de manera que se formara ya en este mundo una colectividad o pueb lo de Dios. Primero Dios eligió como pueblo suyo al pueblo de Israel, con quien estableció un pacto ... como preparación y símbolo del nuevo pacto perfecto que había de efectuarse en Cristo . Luego Jesucristo, Verbo de Dios hecho carne, lleva la reve- 25