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l 1. Todos llamados aunirnos con Cristo 1.-S'ál'o en Dios puede salvarse el hombre Salvación es una palabra que tiene un sentido religioso importante. - Condenados a sufrir y morir, buscamos una sa lida para huir de l dolor y de la muerte. Necesitamos salvarnos y quien nos salve. - Pero el hecho de la muerte, que está a la vista de todos, demuestra la impotencia del hombre para fabricarse por sí mismo un estado de felic idad eterna que venza para siempre la muerte y el dolor. - Sólo podemos esperar la salvación de Dios, que es el único que puede convertir la muerte en victoria. «La muerte ha sido sorbida por la victoria .. . Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesu- cristo» (1 Co 15, 55.57) . · El hombre aspi ra a la mayor felicidad posible. Y la felicidad má– xima se encuentra sólo en Dios. Basta recordar el dicho famoso de San Agustín : «Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti» (Confesiones) . 2.-EI deseo de diálogo con Dios Los hombres, en el fondo, aun sin darnos muchas veces plena cuenta de ello, queremos encontrarnos con Dios, tratar con El en plan de amigos. Y en consecuencia : - queremos ver a Dios, que es de por sí invisible; - nos gustaría cónocer qué piensa y quiere, decirle nuestros sentimientos, dialogar con El. Pero este deseo humano corre peligro de quedarse en una expre– sión demasiado terrena y egoísta, a la medida de nuestro capricho o curiosidad. 15

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