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16. La presencia de Jesucristo en la Iglesia 1.-Presencia viva La conclusión a que llega el cristiano estudiando lo que es la Iglesia y su actuación en los sacramentos, no puede ser más mara– villosa: Jesucristo está realmente presente entre nosotros. El sentido de sus palabras «No os dejaré huérfanos» (Jn 14, 18) indica una presencia personal e inmediata. No es sólo el recuerdo del Fundador lo que palpita en la Iglesia. Es El mismo quien está aquí. Su presencia se puede comparar con el rayo luminoso que inunda una estancia : se nos hace sensible al chocar con los diversos objetos que ilumina . Cuanto más claros son los objetos, más perceptible se hace la presencia de la luz. «Porque Dios, que dijo: Brille la luz del seno de las tinieblas, es el que ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para que demos a conocer la ciencia de la gloria de Dios en el rostro de Cristo» (2 Co 4, 6). 2.-Jesús, Palabra de Dios que resuena en la Iglesia Jesucristo, en cuanto Dios, está en todas partes, llenando todo con su amor y sosteniendo a las cosas en la existencia. Pero también como palabra de Dios, hecha sensible a los hombres en la Encarnación, sigue resonando en los oídos de los hombres por la predicación de la Iglesia. 1·52 Al enviar a sus discípulos con la misión de predicar a las gentes, les dijo: «El que os escucha a vosotros, me escucha a mí» (Le 10, 16). «Id, pues, enseñad a todas las gentes.. . Yo estaré con vosotros siempre hasta la consumación de los siglos» (Mt 28, 19-20).

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