BCCCAP00000000000000000000934
Undécimo do1ningu Exodo 19, 2-6 a. Romanos 5, 6-11. Mateo 9, 36-10, 8: "Llamó a sus doce discípu– los y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolen– cia". LOS DOCE DE LA FAMA Los doce de la fama son los doce apóstoles. Los cita el Evan– gelio de hoy. Y les cita en el momento en que Cristo lanza su mirada sobre el mundo y los hombres y siente una gran compasión por los humanos. Cristo que vino a salvar al mundo, lanza a sus apóstoles a la salvación del mundo. Comprende El que es una tarea para gigan– tes, y les manda circunscribirse, de momento, a los límites de Is– rael. Es un entrenamiento. Ya llegará el momento de lanzarles a todo el mundo. Cuando Cristo les confía esta misión, dice una frase que es– tá ahora en primer plano. Cristo les dice: "La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad pues, al Señor de la mies, que mande trabajadores a su mies". Este problema de la abundancia de mies espiritual y la esca– sez de apóstoles se va palpando cada vez más en nuestra patria. Hubo un momento en que pensamos ser el semillero apostólico del mundo. El español se hablaba, por boca de los misioneros, en los cinco continentes. Hubo una época, bien cercana, en la que de toda Europa venían a nosotros en busca de misioneros, de vocaciones, porque en otras naciones escaseaban. Ahora ya no es lo mismo. Ahora vamos nosotros notando la escasez de sacerdotes, incluso, en nuestra región. Y si la propor– ción de Asturias -donde esto escribo- puede ser de un sacer- 90
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz