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Hacemos un Cristo a nuestra imagen y semejanza, en vez de hacernos semejantes a El. ¿Cómo era El? El vino a buscar a los pecadores, porque son los que tienen más necesidad de misericordia, igual que los enfermos son los que más necesidad tienen del médico. El comió con los publicanos y dio su perdón a las prostitutas arrepentidas. El se mezcló con eso que llamamos gentuza y de la que hui– mos para no contaminarnos. El. .. Nosotros nos hemos apropiado la religión y a Dios. Usamos y abusamos de ambos. Hacemos nuestros capillismos y nuestros murmuraderos... Nos escandalizamos de los que pecan, haciendo buena la parábola del Señor: sois como aquel que quería quitar una mota de polvo del ojo del prójimo cuando él tenía una viga en el propio ... ¿Es nuestra postura cristiana? No, porque no es la que Cristo siguió, ni la que recomendó, ni la que recomienda hoy la Iglesia. El Concilio, en su constitución dogmática sobre la Iglesia, que tituló "Lumen gentium" -luz de las gentes-, dice textual– mente: "Cristo es la luz de los pueblos. Por ello este sacrosanto Sí– nodo, reunido en el Espíritu Santo, desea ardientemente iluminar a todos los hombres, anunciando el Evangelio a toda la claridad de Cristo, que resplandece sobre la faz de la Iglesia". La luz es para todos. Cristo es como el sol que brilla para buenos y malos, justos y pecadores. Nadie se puede apropiar la luz. Ni negociar con la luz. Ni hacer partidos con la luz... Por eso, bueno es que a veces ciertas posturas nos saquen de nuestras casillas, para ver si salimos de nosotros mismos: de nuestro egoísmo, de nuestra cerrazón ultracristiana, y nos abrimos a todos. Si somos portadores de la luz, iluminemos más a los que es– tán en las sombras porque son los que más lo necesitan. 75
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