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Epifanía del Señor /saías 60, 1-6 Efesios 3, 2-3a. 5 6. Mateo 2, 1-12: "Porque hemos visto salir su estrefla y venimos a adorarlo". LA SUPERESTRELLA Hace veinte siglos que apareció la estrella de los Magos en Oriente y aún no se han puesto de acuerdo los sabios sobre su naturaleza. ¿Qué sería? ¿Un milagro? ¿Un fenómeno astral? Poco importa. Lo cierto es que los gentiles también fueron llamados a la fe. Lo cierto es que Cristo sigue vivo después de veinte siglos, y su fe la comparten mil millones de hombres. Y hace unos cinco años -como todo el mundo sabe- ha aparecido en Estados Unidos un movimiento procristiano que se titula la "Revolución de Jesús". Surgió con motivo de una ópera moderna, de factura "pop": "Jesus Christ Superstar". De ella se han vendido más de dos millones de discos. ¿Qué hay que decir de todo esto? Hay quienes lo consideran un mero movimiento comercial. Piensan que es una moda que pa– sará pronto, como tantas otras. Pero la mayoría no la juzga así. Entre muchos juicios católicos, Sidney Callahan, en "National Ca– tholic Reporter", del 30-7-7i, dice: "¿Quiénes somos nosotros para pretender que el Espíritu Santo no pueda responder a la diversidad de circunstancias y temperamentos? Como siempre, los mejores criterios de juicio aparecerán luego de que pase el hecho. Si el amor, las obras, el conocimiento y la prudencia progresan en estas formas de expresión religiosa, los adeptos habrán dado pruebas de autenticidad". Nosotros, a veces exigimos demasiado. Cristo exige menos. Por ejemplo, los Magos llegaron de Oriente buscando meramente 28