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traba entre el dilema de denunciarla como adúltera con las conse– cuencias mortales que recaerían sobre ella o abandonarla. Así el misterio permanecería en secreto. Pues él estaba firmemente con– vencido de la inocencia de María y pensaba, si acaso, en una vio– lación violenta. Es cuando Dios le echa una mano. El ángel del Señor le avi– sa: "José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María,· tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porqt,1e él salvará a su pueblo de los pecados". Y a continuación nos habla de la profecía que le había dado a Acab, rey de Israel. Pero Acab no creyó. Prefirió confiar en sus ejércitos y fue derrotado. El suceso nos lo cuenta la primera lec• tura de la liturgia de hoy. La segunda lectura del apóstol San Pa– blo dice algo que nos conviene a nosotros: "que todos respondan a la fe". El se dirige a los gentiles principalmente. Pero nosotros si no queremos ser gentiles en este mundo cada vez más seculariza– do tenemos que vivir de la fe. De lo contrario habrá un retroceso en nuestra vida cristiana. Volveremos a una verdadera gentilidad aunque nos titulemos orondamentE3 cristianos. Sería bueno que nos examinásemos profundamente sobre nues– tro concepto de la Navidad. ¿Qué significa para ti? Para la mayo– ría, en esa sociedad de consumo, significa un alza desproporcio– nada de los precios, una paga extraordinaria, unos gastos extra, unas reuniones familiares en torno a una mesa más o menos abas– tecida, un árbol de Navidad, un belén, muchas luces, mucha fies– ta ... Nada tenemos que decir en c:ontra sino que t~do eso, que es– tá bien si bien se enfoca, -nos parece muchas veces- una larga lista de ceros sin la unidad delante. La unidad, el núcleo central, lo que da sentido cristiano a la Navidad son esas dos cosas que hoy nos recuerda el Evangelio: el nombre del recién nacido: Enmani.1el, que significa "Dios con nos– otros". Y Jesús, igual a Salvador, "porque El salvará a su pueblo de los pecados". Si esto no vemos, por muchas bombillas que se enciendan, continuaremos ciegos. 17