BCCCAP00000000000000000000934

SolemniJad de la Inmaculada Proverbios 8, 22-35. Lucas 1, 26-28. ¿QUIEN ES LA MAS BELLA? Estamos en unos tiempos en que proliferan los concursos de belleza en todo el mundo. Cantidad de muchachas que se van a un rincón del planeta con cualquier vestimenta y con la mejor de las sonrisas para conseguir -¡por un año!- un reinado de belle– za. Miss Mundo, miss universo, miss algodón, miss coca-cola, miss ... ¿Qué se puede decir de todo eso? Que la mujer, ante la belleza y el aplauso, es frágil como el cristal. Bueno sería que, en– tre sonrisa y sonrisa, pensase un poco en una belleza que durase más de un año. ¿Cuál? Se cuenta que en los tiempos gloriosos de Atenas, las autori– dades quisieron levantar un grandioso monumento a Atenea, la diosa fundadora de la ciudad. Encargaron la estatua a los dos es– cultores más famosos de entonces: Fidias y Alcamene. La estatua sería puesta sobre una gigantesca columna a la entrada del puer– to del Pireo para que diera la bienvenida a todos los viajeros que llegasen, de todas las partes del mundo, a la que era el centro de la civilización entonces: Atenas. Los artistas trabajaron denodadamente en su obra. A la hora de presentarla, Alcamene presentó una estatua primorosa. Una au– téntica obra de arte, toda proporción y armonía. En cambio Fidias, a pesar de ser el más famoso de los dos, presentó una estatua que con ser bella, tenía un no sé que de desproporción. Algo que na– die acertaba a explicarse. Todos iban a inclinarse por la obra de Alcamene cuando Fidias dijo: Antes de juzgar definitivamente, po– ned ambas estatuas en la columna para la cual van destinadas. Lo hicieron así y el panorama cambió. La Atenea de Alcamene, tan bella a un metro de distancia, perdía toda su belleza desde aque– lla altura, se diluía. En cambio, la de Fidias parecía cobrar nueva 140

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz