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l)ecimosexto domin40 Sabiduría 12, 13. 16-19 Romanos 8, 26-27 Mateo 13, 24-43: "El Reino de los cielos se pa– rece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó". ESCATOLOGIA Y ESTRUCTURAS Se habla mucho, en estos tiempos en trace de renovac1on, de las estructuras. A veces no sabemos a punto fijo qué se pretende, pero más o menos todos decimos, al hab 1 ar de la Iglesia, que hay que cambiar las estructuras que fallan, que están podridas las es– tructuras ... Sin dejar nuestro léxico tan ultra y mucho menos nuestros de– seos de renovación -¡comenzando por nosotros mismos!-, será bueno que meditemos en la parábola de este domingo. Es un buen espejo para mirarse. Ese Dios Padre sembrando bondad sobre la tierra que ha re– galado como morada para sus hijos, y el enemigo de Dios y de los hombres, sembrando ciza1'ía. Dentro de este mundo donde cre– cen entreverados lo bueno y lo malo, nosotros, en estos tiempos, podemos ser los criados de la parábola que gritan: "¡Quieres que vayamos a arrancar la cizaña!" Y ei dueño lo impide porque po– drían, también, arrancar !a buena semilla. La precipitación es mala siempre. Más cuando se trata de ha– cer una obra sublime, espiritual. En la historia hay que lamentar mucho más la precipitación de ciertos hombres, que el exceso de prudencia de alguno. Y cuando se trata de Dios, el proverbio dice: "Los molinos de Dios muelen despacio, pero hacen una mo– lienda muy fina". Cierto que debemos renovarnos, que se deben renovar las es- 100

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