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EL CAMINO [)ecimoquinto lsaías 55, 10-11 Romanos 8, 18-23 Mateo 13, 1-23: "Si uno escucha fa palabra del Reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino". No se trata del camino de! que habló Machado en aquellos célebres versos tan cantados ahora: "Caminante, no hay cami– no ... " Porque sí hay camino. Y el Evangelio de hoy nos habla, en su parábola del sembrador, de un camino a cuyo borde cae la semi– lla de la palabra de Dios y que el maligno arrebata vorazmente del alma de los hombres. Se trata de un símbolo -parábola- y de una realidad. Por– que Cristo vino a !a tierra a esparcir, cual sembrador divino, la palabra de Dios entre los hombres. Y hay -hoy también- hom– bres que son camino. ¿Quiénes? En primer término los que consideran la vida co– mo un espectáculo. La vida es pasar, la vida es ver pasar. Es ver pasar cada día, en esta película calidoscópica del incesante acon– tecer, los mil sucesos que nos sirven a toneladas de papel todos los medios de información. Noticias que unas horas después ya mueren de puro viejas. Y entre esas noticias se cuela, también, !a gran noticia, la buena nueva que Cristo, la palabra de Dios, vino a traernos a la tierra. Considerar la palabra de Dios con ojos de espectador, miran– da meramente, nos hace entrar en el montón de suma y sigue de 98