BCCCAP00000000000000000000933

gre, nuestra sangre; nuestro esqueleto, nuestro esqueleto. Nada, que seguimos siendo nosotros. Y cambiamos incesantemente ... Algunas veces nos damos hasta cuenta: nos basta con mirarnos al espejo y al alma. La Iglesia es un cuerpo vivo: el cuerpo místico de Cristo. En esta Iglesia, a la que pertenecemos, cambian muchas cosas. ¿Deja por ello de ser la Iglesia de Cristo? No. Precisamente por eso sigue sien– do Iglesia viva: cuerpo místico de Cristo. Si examinamos un poco los cambios de la Iglesia en nuestros tiempos, nos damos cuenta que son meramente accidentales: litur– gia, vestimenta, normas y formas de gobierno, exposición de la doc– trina. ¿Qué dogma ha sido antes sí y ahora no? Hasta cierto punto debiéramos considerarnos afortunados porque Pablo VI se tomó la molestia de confeccionar al final del «año de la fe» el famoso «credo del Pueblo de Dios». Un poco largo sin duda. Porque quiso dejar claro el pensamiento de la Iglesia sobre ciertas verdades, de más actualidad ahora. Por eso no lo sabemos tan bien como las fórmulas más breves de otros «credos» que aparecieron en otros tiempos de crisis dentro de la Iglesia. Si los examinamos nos damos cuenta de que dicen lo mismo. Lo que nos sucede es que no los examinamos. ¿Cuántos de nos– otros hemos leído «el cred.o del Pueblo de Dios»? ¿Cuántos lo hemos estudiado? ¿Cuántos escuchamos con agrado que se nos hable de eso? Nos gusta más la ventolera de nuevas teorías, que aparecen y desaparecen como las nubes de verano: descargan su contenido ex– plosivo de relámpagos y truenos y luego... nada. Cuando se oyen ciertas cosas hay que saber distinguir entre la verdad y las opinio– nes. Personalmente puedo tener mis opiniones sobre determinados problemas, pero si soy «Iglesia» debo saber cuál es la opinión me– jor, la doctrina de la Iglesia sobre ciertas cuestiones. Y si esa doc– trina es de fe o no. En concreto, la doctrina de fe está resumida en el credo. Lo demás puede estar sujeto a cambios. El credo, no. Es el soporte, el esqueleto de este cuerpo vivo sujeto a un constante me– tabolismo natural y sobrenatural. 81

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz