BCCCAP00000000000000000000933

SER EN CRISTO Decimoctavo domingo «Cristo os ha enseíiado a abandonar el ante rior modo de vivir, el hombre viejo corrompí do por los deseos de placer, a renovaros en la mente y en el espíritu. Dejad que el Espíritu renueve vuestra mentalidad y vestíos de la nue– va condición humana, creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas» (Ef. 4, 22-24). San Pablo va a la raíz del hombre y nos asegura que tenemos una nueva vida, según Cristo. Esto no es un invento de San Pablo, pues ya Cristo asustó a Nicodemos en la noche jerosolimitana cuando le dijo: «Quien no nace de nuevo no puede ser mi discípulo.» El viejo rabino, todo turbado, exclamó: «¿Cómo yo siendo viejo voy a entrar otra vez en el seno de mi madre?» «Y tú, siendo doctor en Israel, ¿ignoras estas cosas? ¿No sabes que quien no nace del agua y del Espíritu Santo no puede ser mi dis– cípulo?» Cristo hacía una clara referencia al bautismo que todos nosotros hemos recibido; que es un auténtico nacimiento a una vida sobre– natural, divina, no un mero lavado del pecado. De ahí arranca la nueva vida y el hombre nuevo de San Pablo. Esa nueva vida ha de aflorar al exterior. Ha de notarse. Y eso se advierte en los criterios cristianos respecto a la vida y a las cosas. 102

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz