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COMENTARIO Después que el alma interior nos ha conta– do la paz y la dicha que ha logrado encontrar vivi,endo con Dios que habita en ella, nos habla más en concreto de la íntima y constante co– municación que conserva con El. Para esto se vale de una comparación saca– da de algo que se observa en la naturaleza: un surtidor •en medio de U[l jardín. En verdad que es bello y encantador con– temp,Jar cómo eJ. agua brota a cho:riro del cen– tro de una gran taza pulimentada. Después de elevarse algunos metros, cae luego en forma de menuda lluvia de gotas cristaJinas que seme– jan perlas heridas por los rayos del sol. Al cho– car el agua en el fondo de la taza de piedra produce un ruido· suave y rumoroso, como si fuera un murmurio de rezos y de p,láticas amo– rosas. Esto es lo que quiere decir el alma in– terior con estas palabras : Murmura nrmoroso el surtidor sus perlas desgranando; Esto que con frecuencia podemos admirar 96