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tonoes en ella una epifanía primaveral Todo ,en dla se halla renovado. Se con:tempfa a sí misma, queda admirada de la transformacíón que se ha obrado en ella con esta segunda con– versión. Eil desarrollo de su vida interior es so,rprendente. Se ha converitido en delicioso jardín en füor. Y según va pasando el tiempo, se intensifica su fecundidad, su hermosura. Ella !'>e da cuenta de esta espirituail J:1eno'Vación, y por eso canta el cambio oibrndo en ella, dicien– do: 1 Todo fue en torno mío una explosión primaveral de vida; perlada de rocío, de fragancias henchida, mi heredad toda estaba florecida. La hereda~ del alma, es decir, el jardín in– terior, se halla toda florecida cuando las virtu– des cristianas se muestran con :act,os gratos a Dios y dignos de recompensa. Todas ellas son como bellras flores, las que además de son– reír a los ojos del Señor, difunden en torno los buenos ,ej,eilllPlos que dejan edificados a cuantos 1,as observan. Flores hermosísimas del jardín del alma son igualmente las buenas obras que en este esta– do se practican· con la mente fija en Dios, cort lo que se va acurrmlando abundante cosecha de eternidad. · 59