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He aquí cómo Jesús, fuente de agua viva y foco de luz eterna, nos está constantemente ofreciendo su gracia para que nos alcemos del lecho del pecado o de la tibieza y nos entregue– mos a El de verdad, a fin de que podamos go– zar de los bienes y tesoros inapreciables de una intensa vida interior. Pam lograr sus deseos, se vale de todos los medios : roza suavemente nuestro corazón; da fuertes aldabadas ail alma adormecida; vierte, corno a hurtadillas, los rayos de luz eterna que parten de sus divinos ojos. Alma mí,a, no resistas más a estas solicitacio– nes amoros1as de tu dulce Amado. El te está pi– diendo que le abras de par en par las puertas de tu corazon para entrar y quedarse en él co– mo Maestro, como Amigo, como Padre, como Es,poso, con el cual tú puedes soJazart~ y en– contrar la paz y el reposo que buscas en vano en las criaturas de la tierra. Así es como logra– rás pasar esta vida y endulzar las amarguras de este destierro. No más tardanza. El Esposo está a la puerta. Escucha lo que te dice : - «Abreme, hermana mía, esposa mía, pa– loma mía, inmaculada mía» (Cant. 5, 2). 33 3. - El poema _de la vida interior.