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XXVIII STABAT MATER DOLOROSA ... «Estaba junto a la cruz de Jesús su Madre, María.» Así, con frase lacónica y breves palabras, nos describe el evangelista San Juan la situación de María junto al árbol de la cruz la tarde fúnebre del primer Viernes Santo. Y en estas cortas palabras, que nadie aún, des– pués de veinte siglos, ha podido debidamente com– prender, se encierra todo el heroísmo de la mujer por excelencia grande; todo el valor de la madre más atribulada.... En ellas y con ellas quiere el discípulo amado manifestarnos la intensidad y grandeza, la pro– fundidad y hondura de los dolores de María junto a su lfüo moribundo. ¿Qué otra cosa mejor podía decirnos, que stabat iaxta cmcem lesa mater eius Maria? A través de estas palabras, y levantando un tantico el velo del misterio que encierran, nos encontramos con la tor– menta más furibunda de humanas pasiones, que se ha levantado, en el transcurso de los siglos, en. el corazón de los mortales enemigos del Divino Cru– cificado. Algo de este intensísimo dolor de María com– prendió aquel devoto enamorado suyo, el francis– cano Fray Jacopone de Todi, cuando con triste acento, impregnado de amargas lágrimas, cantaba: 154