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Por el dolor y las alegrías te doy gracias. Quisiera darte gracias por todo bien como te lo mereces, oh Dios vivo y verdadero, que vives y rei– nas por los siglos de los siglos. Amén.» REFLEXION En tiempos de San Francisco de Asís proliferaban los he– rejes. Aireaban los folios reales o imaginarios de la Iglesia y su enfrentamiento con la Iglesia institucional les Uev11b11 a la rebelión. Si Francisco hubiese seguido sus p11sos, no sería hoy San Francisco de Asís, el fundador del más maravilloso movimien– to religioso después del Cristianismo. Fr11ncisco supo unir 111 obediencia al evangelio con la más completa sumisión a la Iglesia. Fue capaz de vivir el Evange– lio con más radicalidad que nadie, pero en fidelidad II la Iglesia... Su program11 de vida fue: amar a la Iglesia fond11da por Jesús, obedecer a la Iglesia, sentir con la Iglesia. Dante le daría el título de «varón todo católico». Los pasos franciscanos buscaron siempre la aprobación y orientación de la Iglesia: - Al dejar a su padre se refugia en el obispo de Asís como guía y maestro. - Iban Francisco y sus compañeros reconstruyendo, asean– do y visitando iglesias. - Apenas son un grupo de doce y marchan a Roma para postrarse a los pies del Papa y solicitar su aprobación. - El Papa lnocencio HI les da verbalmente su aproba– ción, y los Papas Honorio 111 y Gregorio IX se la darán por escrito. En su Regla y Testamento Francisco hace profesión de fe católica y proclama su amor y sumisión II la Iglesia, y exige .1 sus seguidores esa misma fe, swnisión y amor. ¿Nosotros? Hoy vivimos el concepto de Iglesia como comunidad de cre– yentes y pueblo de Dios en peregrinación. En esa Iglesia San Pedro nos recordaba que nosotros somos «piedras vivas». ¿Nos sentimos de verdad iglesia o pensamos que Iglesia son los sacerdotes, obispos y el Papa? 24

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