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DIA CUARTO IERES NUESTRA MADRE! POR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ... PIDAMOS PERDON A DIOS: - Tú, el único Señor. Señor, ten piedad. - Señor, ten piedad. - Tú, nuestro mediador. Cristo, ten piedad. - Cristo, ten piedad. - Tú, el único eterno. Señor, ten piedad. - Señor, ten piedad. ORACION Tú eres la Madre de la misericordia, del amor her- moso, del temor santo, de la dulce esperanza. Tú eres nuestra Madre. Con toda confianza te presentamos nuestro corazón. Queremos seguirte. El Concilio Vaticano 11 nos ofrece así tu presencia: «María Santísima precede con la luz al peregrinante Pueblo de Dios como signo de esperanza cierta y de consuelo hasta que llegue el día del Señor» (LG, 68). iQué bien se está aquí, junto a ti, frente a ti, que eres la Madre y guía! Somos viajeros cansados a la sombra de un ár– bol, somos sedientos junto a la fuente de agua fres– ca, somos corazones abatidos junto al consuelo. Haznos sentir que eres nuestra Madre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 14

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