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ricordia vamos a entrar en posesión de la bien– aventuranza eterna. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén. REFLEXION Murió San Pancracio el 12 de mayo del año 304. Durante la oscuridad de la noche, una santa mujer llamada Octávila acudió al lugar del martirio, envolvió en un lienzo su cuerpo y lo enterró. El culto del santo comenzó inmediatamente en torno a su ~cpulcro. Su martirio pasó a la novela y al culto popular. IEs uno de aquellos primeros mártires que ha gozado de una ve– neración más intensa y difundida. Los Papas impulsaron su culto eón gran interés. IEI Papa Símaco, en el siglo V, le edificó una iglesia en el cementerio de Calepodio y una capilla en el Palacio Latera– nense. En el siglo VI sus reliquias fueron enviadas a distin– tas iglesias. En el siglo VH el Papa Honorio recubre de plata el sepulcro del santo y reedifica su iglesia casi desde sus ci– mientos. Su basílica tiene título de cardenalicia y es una de las estaciones de Pascua. En Italia hay trece localidades que llevan su nombre. !Es uno de los patronos de la juventud italiana de acción católica, la cual se reúne una vez al año ante su sepulcro para renovar sus ímpetus de apostolado y pedirle al santo su valen lía en la defensa de la fe ... A su sepulcro acudían tam– bién los romanos que deseaban asegurarse de algo bajo jura– mento, y San Pancracio era considerado como el más terri– ble castigador de los perjuros... No existen representaciones antiguas del santo. Modernamente sí hay imágenes famosas y relieves y pintu• ras de su bautismo y de su decapitación. Se le representa muy joven, casi niño, con la túnica roma– na o con el traje militar y los atributos de mártir. Ultima– mente se le ha añadido un libro abierto a sus pies con la inscripción de «venid a mí y os conseguiré toda clase de bie– nes». !El pueblo sencillo ha entendido así la protección de San Pancracio y le viene pidiendo dos de los bienes que más es– tima: la salud y el trabajo.

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