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PRECES -- Para que nos mantengamos fieles a nuestra vocación cris– tiana. Roguemos al Señor. - Para que vivamos nuestra fe sin fingímienws. Roguemos al Señor. - - Para que sintamos muy cerca a María como Madre. Ro– guemos al Se11or. - Para que Dios conceda al mundo una paz estable. Ro– guemos al Se11or. ORACION FINAL Madre y Reina, auxilio de los cristianos y dispen– sadora de todas las gracias. He venido a tus plantas durante estos nueve días. Hazme sentir en mi vida el consuelo de tu protec– ción y los efectos de tu intercesión poderosa. Te conozco por Madre y Reina, y como a tal te quiero siempre amar, obedecer y honrar. Que nunca me aparte de la ley y del amor de tu Hijo. Cuídame como Madre amorosa y vigilante. Asísteme en todas las dificultades y peligros. Que siempre sienta que tú eres mi Madre y pro- tectora. Antes de terminar, quiero consagrarme a ti, quie– ro ofrecerme para lo que quieras, quiero ponerme en tus manos. «Soy tuyo para siempre, Madre mía. Te doy mi corazón, rogándote la dicha de que nunca renuncies a este don. Si acaso en un momento de locura lo vengo a reclamar, dime, Madre, que es tuyo para siempre y no lo puedes dar... " Te lo suplico por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 31