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Sé siempre mi Madre, que te sienta como tal, y haz que yo sea tu hijo fiel, que contemple, admire e imite tus virtudes para que pase como retrato tuyo y así pueda ir un día a contemplarte a ti y a tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. ACLAMACION - «De tus ojos penden las felicidades. Míranos, Señora; no nos desampares». Dios te salve, María... - Santa María, Madre de Dios ... REFLEXION María fue ideada y co11cebida llena de gracia porque había de ser portadora del Autor de la gracia. Su Hijo sería gracia y perdón para nosotros. Pero en el plan de Dios, María iba a ser dispensadora de todas las gracias. Por sus manos habrían de pasar todas las mercedes y favores que Dios iba a conceder a los hombres. Por eso la han llamado canal de las gracias, acueducto de las divinas gracias... Su corazón de Madre conoce nuestra pobreza. Ella es la om• nipotencia suplicante. Ella es la nube que destila el rocío del cielo. Su corazón siempre está abierto y sus manos extendidas hacia nosotros... ¿Se nota en tu vida esa protección de María? «La madre de Dios es mi madre», decían los santos y sus vidas se llenaban de paz. ¿Te sucede a ti igualmente? De acuerdo en que hay que luchar, en que la vida está llena de problemas..., pero Ella va contigo y no te abandonará jamás. Llévala en tu corazón para que no profanes nunca el amor. Llévala sobre tu pecho para que calme l.os latidos de tu co– razón. Llévala siempre en tus labios, cuando sientas la tristeza o amargura de este destierro o cuando la vida te sonría. Que Ella esté siempre contigo como Madre, como protecto– ra, como dispensadora de las gracias. 30

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