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Quiero llevar a los hombres tu amor. Quiero ser como tú: testigo de fe. Te lo suplico por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. ACLAMACION - «Pues tú, Reina del cielo, tanto vales, da remedio a nuestros males». Dios te salve, María ... - Santa María, Madre de Dios... REFLEXION Jesús pasó por este mundo como testigo; «Yo para esto nací y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad». A nosotros, sus seguidores, nos dejó también como testigos: «Recibiréis el Espíritu Santo y seréis mis testigos...» El mundo está cansado de palabras, de discrepancias entre credo y conductas. Necesita testigos que 110 se doblen, que den la cara, que digan con sus obras Jo que son. Un cristiano de verdad no puede pasar de incógnito. Tiene que hacerse notar por su bondad. Tiene que chocar con el ambiente. «Ser testigo es vivir de tal manera que nuestra vida no ten– ga sentido sin Dios». Tertuliano decía que «donde hay un cristiano allí hay un testigo». Así debiera ser. Así lo han hecho los grandes cristia– nos, los valientes, los consecuentes con su fe. ¡Las diferencias son tantas! Cuando el Evangelio nos habla de María, casi siempre se contenta con anunciar el hecho -«María estaba allí»- y bas– ta con ello. Donde estaba Ella allí había un testigo... -- ¿Cómo vives tu fe? ¿Como una complicación vital? El cristiano debe ser luz, sal, fermento, levadura ... Ya nos advertía Jesús: «la luz no se enciende para meterla debajo de un celemín, sino para ponerla a la vista y que alumbre... » 27

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