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PRECES - Tú eres Madre del Salvador. Que la redención de Cris– to llegue a toda la humanidad. Roguemos al Señor. - Te rogamos. Oyenos. - Tú eres Virgen fiel. Enséñanos a vivir en fidelidad. Ro- guemos al :Señor. - Te rogamos. Oyenos. - Tú eres estrella de la mañana. Conduce a todos tus de- votos hacia la Casa del Padre. Roguemos al Señor. - Te rogamos. Oyenos. ORACION FINAL Dios te salve, Reina y Madre. Tú nunca te olvidas de que has sido llevada hasta el trono de Dios para mejor interceder por nosotros; no te olvidas de que Dios te enalteció así no sólo para tu gloria, sino también para nuestra salvación. A tus cuidados confío las necesid~des de todos los hombres, las alegrías de los niños, la ilusión de los jóvenes, el desvelo de los adultos, el dolor de los enfermos, el sereno atardecer de los ancianos. Socorre a cuantos sufren por cualquier n,otivo. Fortalece a los débiles. Fomenta la disponibilidad de nuestra entrega a Dios. Asiste maternalmente a cuantos te contemplan y acuden a ti. Te lo suplico por Jesucristo, nuestro Se!'ior. Amén.