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Te pedimos perdón por nuestros pecados y por los pecados de todo el mundo. Acepta nuestra vo– luntad de nunca más pecar. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. REFLEXION l!..a esperaBBa:a es virtud de c:ambumtC!'I, El hombre es un ser abierto al fururo. Un hombre sm es– peranza es tan absW'do oomo un h@mbre sin inteU¡encia, pilllll'• que la vicia humana es sed, amia, lllf&. deseo de un mlliallll111, .. Santo Tomás nos habló maravillooamente de la esper111nza: - «E:s la asp.iracióllll del hombre hacia un biellll fururo, mm> y pll)Sible. - La esperam11 toolopl es la e¡qM1Ct21eión cierta de la bienaventuranll:lil eterna, proveniente de la ¡¡nci11 y de los medios. - En el celllltm del hombre está la esper111ll!IH, m111nte1llién– dole tenso, en vilo... » Tooo cristi111no debe ser hombre de jubilou esperama. Ale– gráaa de vivir, de hacer esfl.lenos. de tender a 1.1111 fin, de pu– ticápar en la aventura de h11eer un mundo mejor. Todo oomo consecuencia de lllll!li ir solo, de saber que Dios va oon él. Los m11les que nos rodean no deben Henmos III UD cons– t11111llte h1mento, sino III un esfuerzo por 111111penrloo. En medio de los infortunios de ll'll vid111 hemoo de tener siempre lu ven– tllUll&s abiertas a 1111 luz. LIII esperanll!III es 1111 victoria sobre el miedo y el pe!limil!lmo. «Si El va conmigo, ¿qii.ié voy a temer? Todo lo pii.iedo en Aquel que me conforta.» ¿Cómo vives tú la espertsnza? ¿Sabes que la trlstez111 y el derrotismo no c11ben en 11.in alma auténticam«mte cristi111n111? Examina tu esperanza brevemente y pide a Jesús la gra– cia que deseas alcanzar. 15

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