BCCCAP00000000000000000000925

hombre del Rey Alfonso, sueña en un destino para su hijo que lo cubra de gloria. Aspira a verle convertido en famoso caballero, que se bata valientemente en el campo de batalla contra los moros. Le muestra los pergaminos de su familia. Le narra las grandes gestas de sus antepasados, que se hicieron famosos abatiendo mil cimitarras. Pero Fernando abriga otros sueños en su mente. El mundo, con sus glorias y placeres, causa asfixia a su alma, que siente el ansia de más altos vuelos. El busca un refugio donde guarecerse de los hálitos corrompidos del mundo y donde explayar su espíritu en la contemplación de las cosas divinas. La soledad está para él llena de encantos. Retirado en ella podrá vivir al abrigo de las múltiples tentaciones, en las que · sucumben tant~s almas incautas, y entregarse totalmente al servicio de Jesucristo. Un día en que su padre, Don Martín de Buillón, le hablaba con más calor de la gloria militar, Fernando le contesta: -Padre, todo eso pasa en un momento. Yo quiero asirme a lo que es eterno. Por eso estoy dispuesto a dejar el mundo con todos sus encantos y delicias. Quiero retirarme al monas– terio de San Vicente de Fora, para entregarme al servicio de Dios. 32

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz