BCCCAP00000000000000000000925
Dios, porque sin cesar iba creciendo en santi– dad, y por eso se hacía objeto de las divinas complacencias. También ahora la veremos ascender en el sentido humano, ocupando nuevos cargos honro– sos. Se celebraba Capítulo Provincial en Arlés, el cual había sido convocado por Fray Juan Bone– lli. A este Capitulo acudió Fray Antonio como Guardián del convento de Puy-en-Velay. A todos los capitulares era notoria la compe– tencia de nuestro Santo. Se había hecho célebre por. su elocuencia, por su santidad, por sus milagros. No es extraño que en el Capítulo fuera encargado de dirigir la palabra a lo~ religiosos alli congregados. En su plática, habló con tanta dulzura y fervorosa unción, que todos los oyentes se sentían hondamente conmovidos. El predicador glosaba estas palabras: "Jesús Naza– reno, Rey de los judíos". Parecía que sus labios derramaban miel de suavidad y devoción, la que se difundía por el alma de los religiosos am reunidos. Se hallaba entre ellos un fraile humilde y fervoroso. Un verdadero santo. Se llamaba Fray Monaldo. Este fraile, oyendo predicar a Fray Antonio, dirigió su. mirada hacia la puerta de la sala capitular y vio con los ojos del cuerpo al mismo Seráfico Padre San Francisco suspendido 126
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz