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cwn verbal de quienes lo trataron-, nos muestran la figura de un hombre más bien bajo, fuerte y rechoncho;. así lo ven Giotto, la escuela paduana del siglo XVI y el artista polaco Mateo Bertowicz. Donatello ya lo estiliza un poco más, así como Bordone, discípulo de Tiziano, en el siglo XVI... y Vanucci que ya comienza a adelgazarlo. Rubens, Van Dick, Ribera, Murillo, Gercino y Tiépolo no idealizaron la figura del fraile portugués e, incluso, el Greco --cosa rara- no estiliza la figura de San Antonio. Gaya tuvo la genialidad de hacer una balconada paralela al plano de la cúpula en San Antonio de la Florida... Allí San Antonio es de mediana estatura, no muy gordo pero tampoco el tipo dulzarrón que nos dan algunos artistas modernos. Sólo debido a la imaginación popular se explica el que los artistas comenzaran a idealizar su imagen. Mil veces representado por el arte; desde el siglo XIII hasta hoy, cada artista lo ha visto a su modo; sin embargo, todos coinciden en una nota singular: su simpatía. * * * Se conserva una descripción literaria que lo describe así: "Tenía el color moreno, porque los españoles, vecinos de los moros, son todos de color moreno. Su estatura era inferior a (a mediana, pero corpulento e hidrópico. Su fisonomía era delicada y tenía tal expre– sión de piedad, que, desde luego, sin conocerle se • adivinaba en él carácter apacible y bueno". * * * Si hubiera vivido hoy San Antonio, hubiera sido un hombre de constantes ~i4jes. Su vida le refleja inquieto, 10

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