BCCCAP00000000000000000000919
Esto diciendo se:despojó de sus vestidos reales, colocó el anillo, los brazaletes y los broches de oro sobre el altar y el cinturón de oro macizo se lo dio al obispo diciéndole: «Esto para los pobres de Cris– to». Medardo, conmovido, puso las manos sobre la cabeza de Radegunda en señal de que quedaba de– finitivamente consagrada al servicio de Dios como religiosa. * * * En la bella ciudad de Poitiers Radegunda man– dó construir un gran monasterio. Las obras se hi– cieron rápidamente temiendo que Clotario recla– mase a su esposa antes de entrar en clausura. El obispo Medardo bendijo el gran edificio. Entre los personajes famosos que por aquel en– tonces llegaron al monasterio, uno de ellos fue el poeta Venancio Fortunato. Radegunda, amante de la poesía, quiso que el laureado poeta la recitase , algunos de sus más bellos poemas. Por aquellos días recibió Radegunda una reliquia insigne de la Santa Cruz y quiso solemnizar tan fausto aconte– cimiento. Llamó al esclarecido poeta y le habló .así : - Padre mío, ya que el cielo os ha dado esas bellas cualidades para sentir y expresar la belleza en verso, os ruego compongáis un himno para can– tarlo mientras llevamos en procesión la reliquia de la Santa Cruz. Venancio Fortunato accedió a la petición y al 51
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz