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-su vida es demasiado sacrificada. -lPor qué? --Porque ya tenéis bastante con el o,ficio de enfermero s1in que os pongáis a ayudar a los demás en sus oficios. Eso es ,quitaros la vida an– ter; de tiempo. -l Y no le ,parece justo que yo consuma las fuer,zas de mi juventud por amor de Aquel que por amor mío se sacrificó y murió en el ma– dero de la Oruz? LIMOSNERO IDEAL Fray Pío de Pontedecimo estaba ya muy ago– tado, por los años y por e1 ,trabajo. Su asipecto venerable, su pobreza franciscana, su modes 1 tia de ángel, habían ganado e1 corazón de toda la provin'cia de Liguria, des>de la encantadora Niza, entonces, sencillo puerto de pescadores, hasta la cosmopolita 'Ciudad de Génova. Durante muchos años había sido el limosnero ideal del convento de la Concep'Ción. Pero como los hombres se gas– tan y envej.ecen, fue preciso relevarle de su ofi– cio y el Superior, puso los ojos en Fr. Francisco. La orden fue terminante. -Desde mañana a:compañará a F,r. Pío en la limosna. El ya es anciano y es necesario que alguien le sustituya. Fr. Francisco inclinó humildemente la cabeza y recibió el mandato del Superior, como venido del mismo Dios. Antes de comenzar, su nuevo oficio, quiso visitar los santuarios de la Virgen que más influencia habían tenido en su vida 32

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