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- 24- Punto segundo: Jes.ús c9n la truz a cuestas.– Ese que ves camitiando con la Cruz es tu Dios. Mírale bien... ijq.se queja a su .Eteri::i.oPa.dre P,O~ ese peso que ha echado sobré sus hombros inocentes... Lleva la Cruz con resignación, CO]} amor,... J~sús,. que es la santidad por esencia, aparece ante los ojos de los habitantes de Jerusalén, comoel 111ás vulgar malhe<.:hot,,; .. ,; Sip: cruz no se pttede ¡lndar por elcámino de1a vida... Jes.ús Uevó l.a sµya. ¿Có1110 llev.as tú fa tuya?... ¿Es ver– dad que no protestas .cuando e.s un Po.co pesada?... Do– lores, pobrezá, calumnias, ingratitttdes.;., es.o· puede ser tu cruz... Recibela desde ahow con am<;>r, y. pide a Je 7 sús el poder llevarla .pomo El llevó la suy¡1. Y cua11do te parezca que ;v¡ls a caer opri111fdo.por el ei::i.orme peso de tu cruz, mira a Jesús qúe cae, hasta tres yeces. con la sttya, y 1 7 vántate como El y: síguelejriimoso, .pl!es El ha di.cho: «El que no toma su .cruz y me. sigue, no puede ~er mi discfpul9~. Punto tercero: La Asunció.ri de Nü~st~a Sefíora. «¿Quiénes esta que s.ube del desierto com9 columna de húmo, hecha de mirra e inci~i: :i.so y.de toda clase de aromas éxquisitos?» .. · Así .exclamaron los ángeles el día en que vier.on a la SanUsim¡i Virgen subir al cielo... .. . .• ....·· • .. . • Si Jésús habfaido al cielo,justQ era que su Madre le siguiese por igual camip:<>. La que no había.~onQcidq en .su alma. la 111enor s<:>mbra de. pecado, no podí/l se11.tir la. huníillacJón del .sepulcro. . . . .. · Mira a tu Madre del cielo subir .radiante hasta el em– píreo y alégrate, pues un día también llegará para ti tu ansia4a asunción. Porque si Cristo, que es la Cabeza del. Cuerpo Místico de la Iglesia, ha.subido al cielo y su Madre también, justo es que tú, que eres miembro de ese mismo Cuerpo Místico, e hijo de esa gloriosa Ma– dre, subas, como ellos y estés donde eltos están, «Ve-