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un sábado solemne, suplicaron a Piláto. que se les quebrasen las piernas a los crucificados y los quitasen de allí. Ví– nieron,•·pues, los solqados y rompieron las piernas del primero y de.1 ótro que había. sidp crucificado con Ef. Mas, al llegar a Jesus, como le vieron ya muer– to, nó. le quebraron. las piernas, sino que uno de los soldados con la lanza le abrió el costado, y, al instante, salió sangre y agua. Y quien lo vió es el que lo asegura, y s.u. testimonio es verda– dero. Y él sabe que dice la verdad, para que vosotros ta.mbién creáis.. Pues estas cosas sucedieron en cumplimiento de la Escritu:ra.: No le quebrantaréis n.i un hueso; y el otro lugar de la Escritura que dice: Dirigirán sus ojos hacia Aquel a quien traspasaron. . M.-A.labanza a tí, Jesucristo. S.-:-Sean borrados nuestros pecados por eIS.anto Eval"lgeJío que se ha leído. - 22 -

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