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ESTRELLAS EN EL CIELO Como eres muy joven tal vez te dé vergüenza .decir tu parecer delante de tus padres y así será bien que ellos te dejen sola unos momentos. La insinuación de Diocleciano fué un mandato. In– mediatamente los soldados de guardia se encargaron de cumplirla. Los padres de Filomena salieron del salón del trono y rogaron a Dios que 110 abandonase a su hija en aquelia terrible prueba. Cuando Diocleciano se vió solo con la hermosa joven, la preguntó muy amable : -Filomena: ¿ nunca se te ha. ocurrido pensar en contraer matrimonio? -Señor-contestó ruborizada la joven-, a mi edad es prematura semejante idea. -Otras más jóvenes que tú 110 sólo lo han pen– sado, sino que ya han realizado su idea. Tu nonibre significa a,miga de la luz, según tú misma dices, y de– bieras hacer honor a tan bello nombre. ¿ Por qué no quieres que tu luz ilumine el palacio del Emperador? Filomena, a pesar de sus pocos años, comprendió la astuta proposición. Se le pedía nada menos que ser la esposa de aquel que estaba hablando con ella. Ante semejante idea, tan contraria a su pureza y a su voto de virginidad, reaccionó valientemente. -Soy cristiana, sefior, y tengo ya Esposo elegido; .a El he consagrado para siempre mi virginidad, y nada, .m nadie, será capE!z de hacerme cambiar de propósito. Al decir estas palabras el rostro de Filomena se