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SANTA CASILDA 59 Cerca de la laguna de San Vicente, donde tan mila– .grosamente había recuperado la salud, echó los cimien;. tos de.una iglesia, que aun hoy puede ver el curioso pe– regrino que llega hasta estos lugares. El ermitaño que cuida de la iglesia hace a todo el que llega esta invaria– ble observación : «Aquí-dice-, en esta gruta húmeda y oscura, estuvo sepultado durante varios siglos el ~uerpo de Santa Casilda, la princesa mora, y estos lu– gares solitarios fueron testigos de las largas peniten– cias de la que fué hermosa hija del rey moro de Toledo,» De las paredes mohosas de la ermita penden aún viejos exvotos, que testifican los muchos milagros ,obrados por intercesión de Santa Casilda, y en una ta– blilla, carcomida por la humedad y por los años, están escritos con letra ruda estos versos, que son el expo– netjte de la fe y de la confianza que tienen los peregri– nos en la protección de la virgen mora : En, el altar dorado, las manos sob,ye el pecho, donde duerme su, suefío feUz la virgen mora., que vino de Toledo para ser protectora de cristianos en Burgos, la Rioja y Vizcaya, desde el pfoo de Urbión a la Peña de Amaya. (PÉREz DE UmmL.)