BCCCAP00000000000000000000915

ESTRELLAS EN EL CIELO Uno de los criados acompañó a las dos valientes muchachas a través de salones y corredores a cual más elegantes. Los. guardas que estaban a la entrada de todas las. dependencias las miraban con curiosidad y algunos con mal. disimulada malicia. Por fin llegaron a la puerta que daba acceso al salón donde Calpurniano recibía. Eulalia y Julia, al verle rodeado de tanta pompa y servidumbre, no pu– dieron disimular un gesto de admiración y de terror. Era el Gobernador de aspecto fiero y repugnante. Pequeño de estatura, regordete, de :rostro embotado e inexpresivo. En sus ojos se adivinaba el exceso del vino y de la lujuria. -¿ Qué es lo que os trae a mi palacio ?-preguntó Calpurnia.no clavando los ojos en las dos jovencitas. -Señor-dijo Eulalia-: sabemos los grandes tormentos que hacéis sufrir a los cristianos y nos parece una cosa infame que se trate así a unos hombres por el solo delito de practicar su religión ... -Yo cumplo una ley del Emperador-contestó se– camente Calpurniano. -El Emperador es un hombre como los demás -repuso Eulalia-y tendrá que dar cuenta a Dios de sus actos. -No hables así del· Emperador-repuso Calpur– niano con voz ronca-, pues estoy dispuesto a que pagues con la muerte semejante atrevimiento... -No nos atemorizan vuestras amenazas. Nosotras somos cristianas y estamos dispuestas a defender nues-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz