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SANTA ISABBL t:>B PORTUGAL 203 mo rey. Allí estuvo Isabel algunos meses haciendo grandes limosnas y mandando celebra; muchas .misas en sufragio del alma de su esposo. _Cumplida esta obligación se dirigió a Coimbra, donde ella había hecho edificar un. convento de Clarisas, y junto al convento, en una humilde casita, se entregó en cuerpo y alma a las obras de misericordia y a la vida de oración, Pero Isabel había nacido para ser reina de la paz, y estando en aquel retiro de Coimbra le llegó la noti– cia de que entre su hijo don Alonso de Portugal y su nieto don Alonso de Castilla habían surgido tales ene– mistades que estaban a punto· de resolverlas con las armas. Isabel, deseosa de evitar aquella desgracia; ma.Iidó a algunos de sus servidores que preparasen lo necesario para emprender el viaje a Esttemoz. -Majestad-le dijeron-, ¿ adónde vais con el ca– lor tan sofocante que hace? -Toda mortificación es pequeña~contestó la rei– na-cuando se trata de arreglar un asunto en el que pueden perder la vida muchos inocentes. Vamos, pues, que en ninguna otra cosa podré emplear mejor mi salud y mi vida que en conseguir las paces entre el rey de Portugal y el rey de Castilla. Al atardecer llegaron a Estrerrioz. Isabel apenas pudo hablar con su hijo, pues unas calenturas la hi– cieron guardar cama. Comprendió que aquello era un aviso del Cielo y mandó venir a un sacerdote Se con-