BCCCAP00000000000000000000915
SANTA JSA!ll!.L PE l'ORTUGAL 197 ----'Majestad, ¿ pero no sabéis fo que sucede con vuestro marido? Es una vergüenza que no se puede tolerar; es el escándalo de la corte y la comidilla de todos ... Isabel escuchó con los ojos bajos y nada contestó. El cortesano salió de 1a presencia de la reina sin saber qué pensar, peró desde luego muy e..dificado de la bondad de su señora. La joven reina sufría con estas humillaciónes de su esposo, pero jamás le echó en cara, ni con la más leve insinuación, su infame manera de portarse con ella; todo lo contrario : cuando el rey venía más tarde de lo acostumbrado, ella le esperaba con paciencia y se esmeraba en ser con · él más cariñosa y condescen– diente. Pero si Isabel disculpaba las locuras y devaneos de su marido, no así el príncipe heredero, que, avergon– zado de los escándalos de su padre, quiso a toda costa terminar con ellos y no encontró otro medio más rá– pido que declararle la guerra. Las disputas que tenía el príncipe con su madre eran continuas y un día el joven, con el rostro rojo de vergüenza, dijo a su inadre: -Madre, no estoy dispuesto a soportar por más tiem:po .esta afrenta para ti y esta vergüenza para nos– otros tus hijos. Ya sabes mi determinación. -Hijo mío-repuso Isabel llorando-, suframos con valor, pues por las malas n.ada hemos de con– seguir.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz