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SANTA ROSA DE LIMA 189 Sólo Rosa reía en el eterno festín del cielo, al que había llegado puntualmente, como las vírgenes pru– dentes del Evangelio. No es siempre el camino que, egoístamente, nos trazan nuestros padres el verdadero; por eso hay que estar atentos al que nos marca el Señor... Rosa de Lima supo mantenerse libre espiritual– mente ante las exigencias sociales a que sus padres la sometieron; y, porque supo oír la voz de Dios, hasta en las criaturas más inferiores de la naturaleza, el Señor realizó en ella estupendos milagros... Muchas veces no somos lo que Dios quiere porque obsti.nadamente nos oponemos a las planes de la di– vina voluntad... Pon, pues, todas tus cosas en las manos de Dios y verás cómo, si es necesario, hasta las hojas de los árboles y las avecillas del cielo te ayu– darán a conseguir tu fin sobrenatural.