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ESTRELLAS EN JtL CI:KI.O para emprender el camino. No temas, estáte tranquila que el que te ha amado con amor tan tierno te quiere acompañar hasta su gloria ... La madre Clara calló... Fray León y fray Angel interrumpieron la lectura y, en el humilde jardín del convento, se sintió un batir de alas como de paloma que volase al cielo... ¡ Era el alma de la madre Clara que subía a gozar para siempre de los carismas de su Divino Esposo !... En la vida, joven lectora, hay vidas estridentes como la de Margarita de Cortona, pero también las hay dulces y tranquilas como la de la virgen Clara. Si Dios te ha dado un alma gemela a la de la vir– gen de Así5, procura con generosidad dejar el mun– do y consagrar tu amor al Divino Esposo en las dul– zuras y soledades de la vida del claustro.