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XII . ~A a finales del mes de mayó. Por los campos, llenos d@ (___.. luz, se veían ya las típicas chozas construídas de palos y ramaje por los ·guardas de las viñas. El sol calenta– ba, y la siega de la cebada y del trigo estaba muy ade • lantada. · En las eras todo estaba preparado para la trilla. y por todas partes se oían las canciones de los segadores y de lu espigadoras. Por la tarde la brisa del lago refrescaba el ambiente y era la hora propicia para salir a la calle o a los ·terrados. Una de estas tardes estapá Pedro comentando los sucesoill del día con su mujer, y se puso triste 1·epen:tinamente.. -¿Qué es lo que te pasa?-le preguntó ella. _,,Nada; ayer nos dijo el Maestro que tenemos que. ir a Ce$area de Fílipo, y esto, como puecles comprender, m6' trae preocupado. Yo creo que el Maestro quiere hufr del trato con los :fariseos. · -¿ Y cuándo :marcharéis? '-',Seguramente mañana a primera hora. En efetcto, a eso de las diez de la mañana del siguiente día ·salieron Jesús y sus discípulos caminC> de Cesarea de Filipo. El día era caluroso. Los habitantes de Cafartiaún · les