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BAJO EL ANILLO DE.L PESCADOR 229 musical que sea la admiración de las generadones .futuras. ¿ Qué te parece? -"Señor, estoy seguro que cuanto queráis conseguiréis,- -El tema no puede ser más interesante : La destruc- ción de Troya. Pero necesito ver con los ojos un enorme incendio para que la descripción de la gran ciudad abra• sada que fué manzana de discordia .entre griegos y troya~ nos sea lo mas real posible. Para ello he pensado incendiar a Roma. -.¿A Roma?-.preguntó el senador, tratando de oct1-ltar su espanto. -.Sí; ¿ te asusta? -.Señor, sois dueño de Roma y de todo el mundo.... --Mañana ~ismo daré órdenes para que en el término de veinticuatro horas Rollla quede convertida en una gran hoguera. ·¡ Quiero ver con mis ojos una imagen viva de la destrucción de Troya !i Al día siguiente los habitantes de Roma :fueron tes'ti~ gos de una de las más grandes catástro{es de la gran ciudad. Era el 19 de julio del año 64. Nerón, desde su palado, vió extasiado el gran incendio. De los catorce barrios dé Roma sólo cuatro se vieron libres de la: gran catástrofe. . A las pocas horas, de iniciado el fuego, la ciudad de los Césares ofrecía la visión mas trágica que 'se puede imagi– na1r. Templos, quintas, palacios, depósitos de víverés.,, todo era .devorado por las llamas. Los esclavos~ creyendo liegadá l~ hora de su liberación, miraban impasibles arder los palacios de sus señores. Entre la gente, desesperada y horrorizada por el miedo, comenzarou a circular mil ex-