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B A J O E L A N I L L O D ✓E L P E S C A D O R 217 Miryam puso sobre la mesa un trozo de cordero asado y algunas :frutas secas. ~Es lo único que tengo en casa-dijo-, y quisiera que fuese suficiente '.Pata reparar vuestras fuerzas. Pedro y Petroníla se acercaron a la tnesa después de invocar el nombre de Dios sohre los manjares. Silas, mien• tras tanto, :fué contando detalladamente el estado en que se hallaba la Iglesia de Roma. -Nuestra religión"--.dijo Silas-prospera rápidamente; se habla de ella en público y hasta creo que es conocida del mismo emperador. Con todo, las noticias que circulan entre el vulgo no pueden ser más absurdas. Dicen que en nues– tras reuniones nocturnas adoramos a una cabeza de asno; que descuartizamos a un niño de tierna edad y que come– mos su carne y bebemos su sangre... _:¡ Qué ignorancia, Dfos mío-dijo Peclro-', interpretar de ese modo tan absurdo los misterios más. sagrados de nues– tra religión!\ .. -No es esto sóJo-,prosiguió Silas-; afirman que después que hemos cometido esos crímenes tan horrendos pasamo& la noche en bailes obscenos en los qpe se pisotean las mas eletnentales reglas del pudor. -,Padre mfo-,suspiró Petronila-, qué misión tan dura te espera en esta ciudad corrompida. -No te preocu:Pes, hija mía, Jesús nos difo en cier– ta ocasión que el discípulo no podía tener mejor suerte que el Maestro,, y si a Él le persiguieron, también nos persegui- 1-·ían a nosotros. En este momento entró en la casa un jo:ven esbelto y bien parecido. -La paz sea con vosotros-.dijo, y, poniéndose de rodi– llas, besó la mano a Pedro.
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