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B A J O E L A N 1 L L O D E L P E S C A D O R 209 por la m.isma Ley, he muerto a la Ley, por :vivir para Dios;. estoy crucificado con Cristo y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Así, ):mes, afirmo que es inoportuno y contrado a la doctrina del Maestro lo que di®n algunos de la secta de los fariseos:. que 'la circuncisión d.e Moisés es necesaria para salvarse, Un silencio prolongado siguió a las palabras enérgicas de Pablo.' Pasados algunos momentos, Pedro se levantó y, como Jefe de la Iglesia, dijo así :· -Hermanos míos : Bien sabéis que mucho tiempo hace iuí yo escogido por Dios entre nosotros para que los genti• les oyesen de mi boca la palabra evangélica y creyesen, Y Dfos, que penetra los corazones, dió testimonio de esto dán– doles el Espíritu Santo .del mismo modo que a nosotros; ni ha hecho diferencia entre ellos y nosotros, habiendo puri• ficado con. la fe sus corazones. Pues ¿por qué ahora queréis tentar a Dios con imponer sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos p.odido so• :i:,ortar? Nosotros creemos salvarnos t'inicainente por la gra• cía ele nuestro Señor Jesucristo, así como. ellos. Finalmente, y como para dar miis valor at'in a las pala• hras de Pedro, Jacobo, en representación de la Iglesia de Jerusalén, habló asÍ.: ;;_;Hermanos míos : Simón 'os ha manifestado de qué ma– nera ha comenzado Dios desde el l)lrincipio a mirar favora– blemente a los ·gentiles, escogiendo entre ellos un pueblo consagrado a su. nombre. Con él están conformes las pala– bras de los profetas, según esta escrito : «Después de estas cosas Yo volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que fué arruinado, y restauraré sus ruinas y lo levantaré para que busquen al Señor los demás hombres, y todas las na• dones que han invo~ado mi nombre, dice el Señor que· hace 14.