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B A J O EL A N 1 L L O D EL P. E S C A D O R 193 Al día siguiente, muy de mañana, salieron de Cesarea los dos criados y el soldado para cumplir la orden de su señor. Era un día primaveral. El sol brillaba en un cielo sin nubes, y el mar parecía una inmensa esmeralda 'herida por los rayos del sol. Cerca del mediodía, y cuando los criados .de Cornelío llegaban a J oppe, Pedro suhió al terrado de la casa a ha– cer oración. No tardó en sentir hambre, pues la hora era avanzada, y sin darse cuenta quedó sumido en una especie , de éxtasis, durante el cual :vió el cielo abierto y bajar de él una es,pecie de mantel grande, sujeto por sus cuatro puntas por manos invisibles. En el mantel había toda cla– se de animales cuadrúpedos, aves y reptiles... Pedro. mi– raba fijamente aquel gran mantel y en él revolverse, en extraña mezcolanza, aquella multitud de animales de toda clase, puros e impuros,. cuando una voz misteriosa le Hamo por su nombre y le dijo : · -Pedro, levántate, mata y come. Pedro quedó horrorizado. El, israelit.a cien por cien, 110 comería jamás la carne de aquellos animales inmundos. '-'-Señor, no haré tal-contestó Pedro-; jamás he co– mido cosa profana e inmunda. -eLo que Dfos ha purificado-prosiguió la mister10sa. :voz-'no lo llames tú inmundo. Tres :veces se 1·epitió el ·diálogo entre la misteriosa :voz y Pedro, y el mantel subió al cielo con todo su conten:ido. Pedro despertó sobresaltado y comenzó a pensar si aqueHo podría tener algún significado. Estaba en estas dudas cuando oyó fuertes golpes a la puerta de la casa. 1/l

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