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XXV A imagen de la levadura propuesta por Jesús para ~ig- nificar la extraña y secreta propagación del reino me– , . siánico había sido exac:ta. El parecer de Gamaliel ante el Sanedrín había sido una ·profecía. Los seguidores de .Jesús aumentaban enormemente, y los apóstoles no eran su– ñcientes para acudir a tantas demandas Pedro, como jefe de la Iglesia, se multiplicaba asom 7 brosamente, siempre atento .a procurar el mayor bien espi– ritual de todos los hermanos, En una de sus correrías a')?Os– tólicas llegó a Lyda, pequeña ciudad de Judea situada muy ,cerca del mar. Había en Lyda una floreciente hermandad, y al ente– rarse. de que Pedro había venido, rodeá1,onle inmediata– mente, Lo primero que hicieron fué preguntarle por la iglesia de J etusalén. -Hemos sabido-dijeron a Pedro-que habéis tenido ,que sufrir una sangrienta persecución. -.Así es; pero ahora disfrutamos de paz, y ésta es la ra– zón por la que yo me he deddido a :venir a :veros. La llegada de Pedro a Lyda fué un gran acontecimien– ·to. Todos querían verle. lHabían oído contar tantas cosa!I ,de élr.'.. Siempre que un gran personaje :visita por primera yez una población, los naturales le exponen SU(I necesidadf'a.