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XV ¡/J ASADO el invierno, durante el c~al Jesús redujo consi– derablemente su actividad, reunió a los di:>® y se di– dirigió con ellos a Jerusalén para celebrar por últi– ma vez la fiesta de la Pascua. La estación invernal la pasó, parte, en B_etania, en casa de sus grandes .:nnigos Lázaro, Marta y María, y parte, en la ciudad de Efrén, situada en la meseta lindante con el desierto de Judá, separada comipletamente del tráfico obli– gado de las caravanas que se dirigían a Jerusalén. En estas dos soledades preparó Jesús su espíritu y el de los discípulos para los grandes acontecimientos que iba.ti 11 tener lugar de allí a pocos días. Bajaron al valle del Jor– dán y, siguiendo el curso del río, se encaminaron a la Ciu– dad Santa. ~esú.s iba delante, .'rolo con sus pensamientos. Detrás le seguían sus apóstoles, tristes y pensativos. Un ambiente de intranquilidad los envolvía a todos. Jesús se :v~lvió a ellos y, mirándolos tristemente, les dijo : -Subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será en– tregado a los lJrincipes.. de.. los . sacerdotes y a lo&,· ~ribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles, que se burlaran de él, y le escupirií.n, y le azotaran, y 1.. darán muerte, y a los tres días re~itari.