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Fue entonces cuando se pensó también en firme levan– tar la proyectada iglesia. Surgió la dificultad del solar, deciéndose entonces el derribo de la capilla de Jesús para allí mismo realizar la edificación. Efectivamente, así se hizo en 1922, teniendo de este modo fin aquella capilla después de siglo y medio de existencia, construida en gran parte de piedra, de estilo barroco un tanto raro y llamativo pero de escaso mérito. Los altares de la misma, al igual que las imágenes, entre ellas la de Jesús, fueron traslada– das previamente, según queda indicado, a la capilla provi– sional en el primer piso del convento. Seguidamente se inició la obra de la nueva construc– ción. No obstante el interés y el entusiasmo puesto en principio, los trabajos se demoraron notablemente, entre otros motivos porque fue necesario de todo punto la ad– quisición de otros terrenos por ser insuficientes los corres– pondientes ocupados por la capilla. Sólo a partir de 1926 se reanudó la obra, que tuvo que suspenderse por la cues– tión económica, y en otras ocasiones por las huelgas que, desde principios de 1930, fueron frecuentes. Así se llegó a la segunda quincena del expresado año y más concreta– mente el día 21, fiesta de la Presentación de la Virgen, en que tuvo lugar la inauguración y consagración de la tan esperada nueva iglesia de Jesús. Sin alardes de grandes solemnidades se celebró con tal motivo un Triduo en los días 21, 22 y 23 de noviembre del citado año 1930. En la mañana del 21 fue consagrada la iglesia por el Excelentísimo Señor Obispo de Madrid– Alcalá, D. Leopoldo Eijo y Garay, y por la tarde, en grandiosa procesión, presidida por el infante D. Jaime de Borbón, en representación del rey, se hizo la traslación del Santísimo desde la capilla provisional, e igualmente la imagen de Jesús fue trasladada y colocada en el grandioso camarín que expresamente para ella se había construido. 78