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IX LA IMAGEN DE JESUS NAZARENO EN MADRID Una de las razones que movieron a los Padres Trinita– rios a traer a Madrid las imágenes rescatadas, fue que, habiendo recibido grandes ultrajes de los moros en Me– quinez, corte de su rey Muley Ismael, se quiso viniesen precisamente a la corte de nuestros católicos monarcas para tributarles públicos homenajes de desagravio. A Madrid llegaron, efectivamente, en la segunda quin– cena de agosto de 1682, probablemente el día 21. No sabe– mos, por otra parte, que su entrada en la coronada villa haya revestido solemnidad extraordinaria, ni menos que se les hubiese tributado un recibimiento apoteósico. Los cronistas se contentan con decirnos que, llegadas las imá– genes al convento de Trinitarios Descalzos de la corte, fueron recibidas por los religiosos y mucha gente d'evota con singular gozo y alegría. Y puesto que a Madrid habían sido traídas para públi– camente desagraviarlas, lo primero que se determinó fue la celebración de un solemnísimo triduo con Misa, sermón y música. Para ello se adornaron las imágenes con ricas joyas y a todas se les puso el escapulario trinitario en el pecho, a modo que solía hacerse con los cautivos rescata– dos. La hermosa iglesia que los Padres Trinitarios Descal– zos tuvieron en Madrid, en la actual plaza de Jesús, y que 44